miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Gabinete del Dr. Caligari (1919) Obviedades de la actualidad. La visión de una productora.



Gabriela Mendoza
Dirección de Arte 1
UNEARTE

Lo que para muchos en la actualidad podría ser obvio, en la década de 1920 significó una nueva hazaña, en la que estudios teóricos fundamentaron y caracterizaron el llamado séptimo arte. Desde sus inicios, el cine funcionó como el nuevo invento que en materia de entretenimiento iría marcando el imaginario mundial, transformándose y configurándose como una herramienta casi perfecta, generadora de emociones. La Primera Guerra Intercontinental, en la que murieron más de nueve millones de combatientes europeos y hubo más de diecisiete millones de desaparecidos, fue el precedente para que la sociedad alemana (uno de los imperios derrotados en la guerra) generara un movimiento artístico cuya expresión sería “la angustia existencial”(1) de la época, “los sentimientos más íntimos del ser humano”(2). El Expresionismo como género artístico aplicado también al lenguaje cinematográfico, es representado por la subjetividad no sólo de directores sino también de productores, guionistas y otros artistas alemanes (aunque parezca obvio) cuyos planteamientos desarrollaron el cine de terror. El Gabinete del Dr. Caligari, es un ejemplo de la fuerza psicológica y expresiva de sus elementos visuales (cine mudo) y de la intención de los autores de provocar en el público de otros tiempos, sensaciones de pavor, miedo y angustia.

Pero lo que ahora parece ser evidente, para Erich Pommer (Productor Ejecutivo), Robert Weine (director) y los revolucionarios Hans Janowitz y Carl Mayer (guionistas),  significó el despegue de sus carreras y el precedente de otros géneros cinematográficos. Janowitz y Mayer, expresaron sus vivencias personales en un guión que finalmente pudieron contarle al productor; Pommer quien era un empresario y productor de películas reconocido en Alemania y uno de los responsables de elevar el cine en un país derrotado por la guerra, quedó impresionado y aceptó realizar la película. A partir de ese momento comenzó la búsqueda de los artistas que desarrollarían la obra de arte. Cuando Pommer contactó al diseñador H.  Warm y los pintores W. Reimann y W. Röhrig para que le hicieran una propuesta escenográfica, estos le plantearon que “tenía sentido pintar sombras y luces directamente sobre las paredes y pisos de los decorados”(3) y con ello lograr la atmósfera sombría deseada. El productor no estaba muy convencido de la idea y pidió al director hacer un ensayo “y quedó tan impresionado que les dio a sus artistas libre albedrío”(4). Wiener fue contactado por Pommer, asumió la dirección de la película (para la época ya habían avances significativos, gracias a la escuela de Brighton en paralelo con otros, en torno al uso de primeros planos, planos medios, etc., que justifican el argumento cinematográfico) y trabajó en función de que la atmósfera prevaleciera pues ésta y los personajes eran los que lograrían imprimirle terror al espectador. Así vemos cómo un colectivo de creación cinematográfica logra transponer las emociones del público, representando símbolos repudiados para la época y dándole prevalecencia a lo plástico y estético en función de generar sentimientos en un espectador que se encuentra alejado de convenciones entre los artistas y él mismo.




-FELDMAN, Simon. Realización Cinematográfica: análisis y práctica. 1983.
Editorial Gedisa. Guanajuato, México.
(P. 9-80)
Fotocopiado en el Centro de Documentación Cinemateca Nacional Venezuela

-UNAM. Producción Cinematográfica. Cuadernos de Estudios Cinematográficos 3. 2009.